Actuación política frente al COVID-19 en España

La actuación del gobierno de España en esta pandemia ha sido proporcional a los niveles catastróficos de esta situación, aunque yo opino que al gobierno español (al igual que al resto de países de Europa) se le ha ido de las manos esta crisis sanitaria y no ha sabido controlar de una manera óptima la situación. Esto por una parte es entendible porque nadie se esperaba que este virus llegara de una manera tan rápida y repentina. Hace más de cien años que no sucede una catástrofe epidemiológica de este calibre.

Por otra parte lo que no es tan entendible es que en países más cercanos al foco de la pandemia como pueden ser países orientales como Japón o Corea del Sur tengan muchos menos contagiados y víctimas que nuestro país, que está bastante más alejado del foco de la pandemia. Esto puede achacarse a que su forma de comunicación es mucho menos personal (menos abrazos, menos besos, menos fiestas, etc) y también a la disciplina social de estos países orientales frente a las catástrofes, que es mucho mayor que la nuestra. 

Nuestro gobierno ha actuado con la mayor diligencia posible, pero hay que reconocer que es una situación muy complicada y que hay cosas que podrían haberse realizado de una mejor manera. Por ejemplo, habiendo creado una reserva de emergencia de todo el material sanitario necesario para este tipo de pandemias (mascarillas, respiradores, test, etc.). Otra medida más podría haber sido aumentar el número de rastreadores, utilizando para ello personal funcionario o gente voluntaria.


La comunidad de Madrid ha actuado de manera negligente en muchos aspectos: primero, en la falta de información clara y concisa a los ciudadanos; segundo, en la gestión de los recursos sanitarios dependientes de ella y tercero, en la distribución de recursos humanos, tanto en la Sanidad, por la mala distribución de los enfermos en las UCIs de los distintos hospitales y la escasez de profesionales médicos; como en la Educación, por la falta de dotación de recursos tanto tecnológicos como humanos a los profesionales de la educación; como en la Seguridad, habiéndose observado situaciones que ponen en riesgo al resto de ciudadanos (fiestas, salidas, incumplimiento de normas, etc.) y que no han podido ser controlados por la falta de personal de seguridad.


Los partidos políticos no han tenido una unidad de acción en la lucha contra esta pandemia. Se han dedicado a criticarse los unos a los otros y aprovechando los malos datos epidemiológicos para atacarse, en vez de hacer propuestas serias para actuar en común con el objetivo de mejorar la situación.






 






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