¿Es igual una clase presencial que una online?

A consecuencia de la situación provocada por la pandemia del COVID-19, se han intentado buscar soluciones frente a los diferentes problemas ocasionados en distintos ámbitos.

En esta entrada del blog, vamos a hablar sobre las medidas que se han tomado en el ámbito educativo. Estas soluciones, no son las mismas para todos los centros educativos, ya que el gobierno español ha permitido que cada centro tenga libertad de elección entre varias opciones preventivas. La medida en la que vamos a centrarnos, es la cual recurre a las clases telemáticas para no acortar el temario y reducir el número de alumnos en las aulas.

Una clase presencial, evidentemente, no es igual que una clase online. Primero, porque depende de factores informáticos (cámaras, ordenadores, micrófonos, redes, etc.) que pueden sufrir fallos, lo que en una presencial no ocurriría. Segundo, en una clase presencial, el profesional docente puede controlar con un simple vistazo si la totalidad de la clase está concentrada. En cambio, en una online es mucho más complicado darse cuenta de lo que está haciendo cada alumno en cada momento. Además, todos los alumnos de una clase presencial pueden interactuar de una manera mucho más rápida y eficiente que en una telemática. En referencia a si se aprende lo mismo en los diferentes modelos de clases, o no, opino que no depende tanto del tipo de clase, sino de la predisposición del alumno a adquirir los conocimientos. Si es cierto que, aunque no se tengan todas las comodidades deseadas en una clase online, si se toma el interés suficiente por parte del alumno, se puede llegar a tener el nivel de enseñanza que se tenía con las clases presenciales. Como conclusión, pienso que las clases presenciales son mucho mejores que las clases online, ya que estas últimas debilitan la calidad de enseñanza propia de las clases presenciales. Sin embargo, las clases telemáticas han llegado para quedarse y, por lo tanto, debemos empezar a acostumbrarnos a ellas.